martes, 29 de enero de 2013

Hoy

Hoy, cuando te vi, mi corazón -que por meses venía ¨regulando¨- se aceleró subitamente, como si las fibras miocárdicas tuvieran memoria de aquellos momentos en que las palpitaciones eran cosa de cada semana.
Traté a toda costa de evitar tu mirada, porque sabía que me punzaría el alma misma.
Con todo, pude espiarte por el rabillo del ojo; y lo que llegué a ver era bello, elegante, radiante... 

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